PAN PAN PAN PANDEMIA
¿Te sientes deprimido? ¿Alicaído? ¿En proceso de bajón por la pandemia? Es probable que, necesites ayuda psicológica profesional. Pero antes de ir al psicólogo, quizá podrías probar una fórmula más simple, barata y gratificante: ponerte a hacer pan. No es que la harina y el agua tengan propiedades mágicas y te vayan a curar de golpe y porrazo, pero trabajarlas sí puede paliar los efectos de la depresión.
Para empezar una empresa, lo primero es el espacio físico, que se tenga los mesones adecuados, donde poder elaborar el pan. Luego, todos los instrumentos necesarios como son unas cucharas de palo, bolillos, recipientes para los diferentes ingredientes, un buen horno de gas o eléctrico y la buena voluntad de todos los miembros de una familia.
En línea podrás encontrar una variedad de cursos de panadería donde aprenderás a elaborar 40 tipos de pan, tortas de sal, postres, bocaditos.
Se comienza a elaborar la masa, dejarla en reposo, darle forma, utilizar las diferentes recetas que aparecen en internet o libros de cocina, lo importante de esta actividad es la colaboración entre todos, unos elaboran, otros lavan y limpian todo lo que se ha ensuciado y debe haber siempre un repartidor de pan.
Además de ser una actividad lucrativa, porque quién no consume pan? Y si es de buena calidad, cada vez habrá más clientela y más unión familiar.
En esta pequeña empresa, se puede aprovechar también a rezar mientras se hornea el pan. No cabe duda que en la pandemia se puede amasar pan, alabar a Dios y unir a la familia.
M.C.
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