Pensando en el otro
La radio nos da la oportunidad de evangelizar y educar a la audiencia, hoy por ejemplo podemos hablar sobre el conocimiento y la práctica de las Obras de Misericordia, empecemos:
1)Enseñar al que no sabe. Como dice el libro de Daniel, “los que enseñan la justicia a la multitud, brillarán como las estrellas a perpetua eternidad"
(Dan 12, 3b).
2) Dar buen consejo al que lo necesita. Uno de los dones del espíritu Santo es el don de consejo. Por ello, quien pretenda dar un buen consejo debe, primeramente, estar en sintonía con Dios, ya que no se trata de dar opiniones personales, sino de aconsejar bien al necesitado de guía.
3) Corregir al que se equivoca. Esta obra de misericordia se
refiere sobre todo al pecado. De hecho, otra manera de
formular esta obra es: Corregir al pecador.
La corrección fraterna es explicada por el mismo Jesús en el
evangelio de Mateo: “Si tu hermano peca, vete a hablar con él
a solas para reprochárselo. Si te escucha, has ganado a tu hermano”. (Mt 18, 15-17)
Debemos corregir a nuestro prójimo con mansedumbre y humildad. Muchas veces será difícil hacerlo, pero, en esos momentos, podemos acordarnos de lo que dice el apóstol Santiago al final de su carta: “el que endereza a un pecador de su mal camino, salvará su alma de la muerte y consigue el perdón de muchos pecados” (St 5, 20). En la radio lo hacemos de forma general, hablando de hechos concretos, en ocasiones contados por los propios oyentes, atacamos el pecado no a los pecadores.
4) Perdonar las injurias. En el Padrenuestro decimos: “Perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que
nos ofenden” y el mismo Señor aclara: “si perdonáis las ofensas
de los hombres, también el Padre Celestial os perdonará. En cambio, si no perdonáis las ofensas de los hombres, tampoco el Padre os perdonará a vosotros” (Mt 6, 14-15). Perdonar las ofensas significa superar la venganza y el resentimiento. Significa tratar amablemente a quien nos ha ofendido.
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