MIS SOLDADITOS DE PLOMO



Los niños tienen una gran afición a jugar a la guerra. Los expertos psicólogos dicen que la agresividad humana es una de sus características. Un diplomático de carrera al llegar a su casa, empieza a jugar con su hijo de 7 años. El niño con su cajita de soldados se sienta en el suelo y escucha muy atentamente la explicación de su papá.

En la segunda Guerra Mundial, los soldados eran muy disciplinados, vamos a dividirles en 3 grupos. Soldados Polacos, Soldados Alemanes y Soldados Rusos.

¡Juguemos!

Los soldados Alemanes invadieron a Polonia y hubo mucho sufrimiento porque quedaron niños huérfanos, mutilados, explotados.

Luego vinieron los Rusos y atacaron a los Alemanes y nuevamente hubo niños y adultos que fueron llevados a Siberia a trabajos forzados.

¿Qué se aprende con el juego bélico?

Este tipo de juego incita a la creatividad, al desarrollo de la imaginación al juego de roles, al juego de reglas, a la sociabilidad, la empatía, las emociones y se basan en historias de vida.

Este juego sirve también para humanizar al niño. Para que tenga misericordia con los prisioneros de guerra.

Al terminar el juego, el niño habrá sabido ubicar geográficamente Alemania, Polonia y Rusia. Habrá tenido compasión de tanto niño maltratado y habrá aprendido a disculpar a sus enemigos imaginarios o reales que le llevarán a ser un niño de paz y de solidaridad.

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